miércoles, 20 de julio de 2011

¡¡¡GASTÓN VIEJO NOMA!! (Gonzalo Espinel)

En el día de ayer me tome el placer de ir al Hipódromo de La Plata, con un solo fin, ver por primera vez a un jockey de mi querido Luis Beltrán, Gastón Saez. Reconozco que desde chico fui fiel asistidor de este deporte multiclasista.
Si me habré cagado de frío con mi hermano en cada 9 de julio que se corría en el Hípico El Fortin.
Arrancábamos a las 8 de la mañana en bicicleta. Pero no voy a negar que mi gran pasión es el fútbol, pero bueno, en un segundo escalón, están las hípicas.
Ni bien llegué, entré apurado, con ganas de apostar por que escuche la campana de largada, vi en un monitor que al caballo Nº 3 lo corría Gastón. Fui a la ventanilla y aposte $3 (que ratón), pero me di cuenta que el caballo que corría el jockey beltranense era el Nº 5.
La próxima carrera, que ahí si montaba el caballo Nº 3, me fui a la rotonda. Es el día de hoy que me arrimo cerca de los caballos y no sé que le ven los viejos, para saber si son buenos o no.
Espere que Gastón vuelva a montar y fui cerquita para saludarlo. Me miro y se empezó a reír, me saludo amablemente y los viejos alrededor no entendían nada. Mi orgullo corría por dentro de saber que es nuestro, que es BELTRANENSE. Que satisfacción ver a un jockey de Beltrán corriendo a la par de Gonzalo Hahn, Jorge Ricardo, Juan Carlos Noriega, Pablo Falero y la lista sigue. Y la alegría más grande aún, por que verlo correr en uno de los tres Hipódromos más prestigiosos del país, no es poca cosa.
Así pasaron las carreras y siempre le aposte a la monta, nunca al caballo. Terminó 4º y 5º en casi todas. Pero llego la última, para mí, porque ya me tenía que ir. Que fe le tenía al pibe. Largo muy bien los 1200 metros y entrando a la recta final quedo solito en la punta y ahí me puse loco. Desde las tribunas bajaban los gritos: “Vamos Gastón viejo noma” y la piel se me erizó. Créanme que escuchar eso, fue lo mejor que me paso desde cuando era chico e iba a las carreras. No me importó que faltando 100 metros le arrebataran la punta. Quedó 3º pero quien me quita lo bailado.
Cuando se bajo del caballo, vino caminando y yo paradito ahí como un nene. Me miro y me dijo…
-Que cerca que estuve. No?
-Una lástima. Pero me alegra un montón que estés donde estás… sos un groso.-
-Gracias… vení cuando quieras.- Me dijo sonriendo.
Qué lindo es que a un pibe de Beltrán le vaya bien. Es algo que me da mucha felicidad. Y haber escuchado a varios burreros viejos decirme...
-Es muy buen jockey… tiene un futuro enorme.-
Listo, cumplí un sueño que tenia de chico. En realidad, a medias, porque el jockey quería ser yo, pero por cuestiones de kilos, el anhelo quedó trunco.
-GRACIAS GASTON. Te mereces lo mejor… vos y tu familia. Recién se te abrió la gatera, te queda una larga carrera en las hípicas.